Se funda el Hull House en Chicago como primer centro del movimiento settlement house. Jane Addams impulsa una intervención social directa con población inmigrante urbana, integrando vivienda, educación, cultura y salud. Marca el inicio de una práctica comunitaria organizada y participativa desde una perspectiva progresista e inclusiva.
Publicación fundacional que sistematiza el trabajo de las “visitadoras sociales” y propone principios éticos para acompañar a personas empobrecidas. Richmond introduce la importancia del vínculo interpersonal, la observación meticulosa y el compromiso profesional con la dignidad humana. Es un antecedente directo del método del caso.
Se formaliza el diagnóstico social como herramienta científica. Richmond desarrolla un enfoque que combina análisis individual con contexto social y familiar, estructurando entrevistas, observaciones y registros. Este texto es considerado la piedra angular del Trabajo Social moderno, al dotarlo de bases metodológicas rigurosas y compromiso con la intervención eficaz.
El Trabajo Social se institucionaliza en hospitales, escuelas y juzgados. Aparecen nuevas especialidades, como el trabajo con pacientes crónicos, estudiantes vulnerables o poblaciones judicializadas. Esta etapa consolida la figura del profesional como parte de equipos interdisciplinarios, con funciones de orientación, seguimiento e intervención psicosocial.
Anderegg propone un Trabajo Social comprometido con el análisis crítico de las estructuras de poder y el contexto latinoamericano. Su pensamiento orienta la profesión hacia la comprensión de lo social como conflicto, e impulsa una práctica profesional que trasciende lo asistencial para convertirse en acción política transformadora.
El conflicto bélico con Paraguay revela profundas desigualdades, desprotección civil y crisis sanitaria. Surgen iniciativas de formación técnica para atender los problemas sociales emergentes. La posguerra acelera la creación de instituciones formadoras en Servicio Social, con énfasis en la atención humanitaria, salud pública y reorganización de políticas sociales.
Se establece oficialmente la carrera de Trabajo Social en la Universidad Mayor de San Andrés. Su enfoque inicial es caritativo y médico-asistencial, influenciado por misiones religiosas y organismos internacionales. Con el tiempo, la formación evoluciona hacia la lectura crítica de la realidad y la intervención con comunidades excluidas.
El contexto político de dictaduras, represión y resistencia social conduce a una reformulación del Trabajo Social. Influencias de Paulo Freire, Fals Borda y movimientos populares plantean una praxis que combina conocimiento situado, organización de base y participación comunitaria, marcando una ruptura con enfoques funcionalistas previos.
Surgen nuevas epistemologías desde los pueblos originarios, saberes colectivos y luchas territoriales. El Trabajo Social boliviano incorpora nociones de buen vivir, derechos colectivos y prácticas comunitarias alternativas al modelo neoliberal. Se impulsa la descolonización del conocimiento profesional y se fortalece la autonomía de las organizaciones sociales.
¿Qué es el Trabajo Social?
El Trabajo Social es una disciplina científica y una práctica profesional orientada a la transformación de las condiciones sociales que generan exclusión, desigualdad y vulneración de derechos. A través de métodos de intervención directa e indirecta, busca fortalecer las capacidades individuales, colectivas e institucionales para avanzar hacia una sociedad más equitativa [1].
1. Orígenes y evolución global

Los orígenes del Trabajo Social se sitúan en la Europa industrializada del siglo XIX, como respuesta a la creciente pobreza urbana, la precarización laboral y las crisis de salud pública. Pioneras como Octavia Hill, Mary E. Richmond y Jane Addams sentaron las bases teóricas y éticas de una profesión que, desde sus inicios, combinó la acción práctica con la reflexión crítica [2][3].
Richmond, autora de Social Diagnosis (1917), introdujo el concepto de diagnóstico social y el caso individual como metodología sistemática [2]. Addams, a través del movimiento settlement house, desarrolló modelos de intervención comunitaria con perspectiva crítica [3].
En paralelo, pensadores como Edward Lindeman propusieron una pedagogía social emancipadora, y figuras como Saul Alinsky influenciaron las corrientes radicales orientadas al cambio estructural [4].
Durante el siglo XX, el Trabajo Social se consolidó como carrera universitaria y campo profesional, ampliando su intervención a áreas como salud, educación, justicia, vivienda y desarrollo comunitario. En las décadas de 1960 y 1970, emergieron enfoques críticos y emancipadores que cuestionaron las estructuras de poder y promovieron la participación activa de los sectores excluidos.
2. Desarrollo del Trabajo Social en Bolivia

Hospital de Villazón 1935 [9]
En Bolivia, el Trabajo Social surge como respuesta a las secuelas de la Guerra del Chaco (1932–1935) que evidenció profundas desigualdades sociales. En 1946 se fundó la primera Escuela de Servicio Social en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), con una orientación inicial asistencialista, influida por el modelo médico y la doctrina social católica [5].
Durante las décadas de 1970 y 1980, el contexto dictatorial y las luchas populares empujaron una transformación paradigmática. Se introdujeron enfoques críticos, estructurales e incluso descolonizadores, en diálogo con teorías latinoamericanas como la pedagogía del oprimido de Paulo Freire [6].
Con el tiempo, la disciplina evolucionó hacia una mirada más crítica y estructural, influenciada por los movimientos sociales, la teología de la liberación y las luchas por los derechos indígenas y campesinos.
Autores como Ezequiel Anderegg aportaron desde la perspectiva latinoamericana una sistematización del Trabajo Social como profesión inserta en las contradicciones del desarrollo, entendiendo la intervención como práctica política situada [7].
Hoy, el Trabajo Social boliviano se caracteriza por su compromiso con la transformación social, la interculturalidad y la defensa de los derechos colectivos.
Integra enfoques interculturales, territoriales y de justicia social, con énfasis en la participación comunitaria, la defensa de los derechos colectivos y el reconocimiento de saberes indígenas [8].
Bibliografía
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International Federation of Social Workers. Global Definition of Social Work. IFSW; 2014.
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Richmond ME. Social Diagnosis. New York: Russell Sage Foundation; 1917.
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Addams J. Twenty Years at Hull House. New York: Macmillan; 1910.
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Alinsky S. Rules for Radicals. New York: Random House; 1971.
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López Antezana G. El Trabajo Social en Bolivia: raíces, prácticas y rupturas. La Paz: Plural Editores; 2004.
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Freire P. Pedagogía del oprimido. México DF: Siglo XXI Editores; 1970.
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Anderegg E. Trabajo Social y política social en América Latina. Santiago: LOM Ediciones; 1997.
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Rivera Cusicanqui S. Ch’ixinakax utxiwa: Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores. Buenos Aires: Tinta Limón; 2010.
- https://historias-bolivia.blogspot.com/2021/04/recordando-las-valientes-enfermeras.html – Recopilación: Pablo Amurrio (Texto y fotografías)